Bosnerau

Bosnerau, Basajaun, Basajaraun. Es el Señor de los Bosques.
En Aragón, Navarra, País Vasco y Francia compartimos esta leyenda.
Sólo llegará a tener nombre femenino en Euskadi: Bosnere o Basandere.Bosnerau habitaba en nuestros bosques y montañas mucho antes de que llegaran los primeros humanos. Fuerza colosal y gigantesca estatura, cuerpo peludo con largas barbas y melenas. Protegía los bosques y rebaños. San Martinico o Martín Txiki le robó sus conocimientos: cultivar, cuidar el ganado, la construcción.
En nuestra revisión de la leyenda, Bosnerau está cansado, abatido, tras descubrir que, poco a poco, sus amigos y su mundo van desapareciendo. No sabe si quedará espacio para él entre tanto cemento.

Bilbliografía.

– Ramón J. Sender _ Las Tres Sorores. Ed. Destino, 1975.
– Leyendas populares _ VVAA.
– Aurora Martínez _ La Leyenda de Bosnerau. Aragón Radio.
poesía: Marisa Pérez
Ilustración: Virginia Perez

BOSNERAU

Marisa Peces Velilla

Cuando el Bosnerau llegó
nació apareció cayó
desde el centro de la tierra
de las entrañas de una fiera
de la pelusa del ombligo de Pirene
los hombres aún andaban con las manos
y las mujeres conocían la tierra.
Montañas y cuevas entre los ríos salvajes
bucardos, osos, lobos, uros, pigargos, urogallos.

Y Bosnerau creció
y se hizo bosque rama piedra
y los bucardos tiraban al monte
a regalarle melenas
y hablaba como los lobos
y aullaba a las estrellas
peludo y pequeño Prometeo
ya sabes lo que te espera.

Como escalaran los hombres
como encontraron su cueva
los secretos se llevaron
uno a uno y piedra a piedra

iba cerrando el Bosnerau su puerta
la maldición del sagrado que no puede detener
la hemorragia de sus venas y ve sus conocimientos
derramarse por laderas y las gentes aprendieron
lo que no vale la pena.

Y Bosnerau crecía
siendo bosque rama piedra
jugando con los lobos
aullando a las estrellas
pequeño Prometeo
ya ves los buitres cerca.

Y en los valles aprendían
a someter a las bestias
a marcarlas con esquilas,
animales atrapados atándolos con cadenas
y mataban a los lobos y los bucardos huyeran
y mataban a los osos y los uros se extinguieran.
Cultivar grano vacío, cereal huero de esencia
a reinventar la rueda para usar las carreteras.
Y la montaña sufría con arados y con cercas
Y crecieron ciudades casas pueblos castillos ferias
rompieron los ríos con embalses y con presas.

Y Bosnerau moría
como el bosque y las estrellas
ni bucardos ni osos
llegaban hasta su cueva
Bosnerau se muere sólo
al pequeño Prometeo
ni los buitres se le acercan.

Si el bucardo tira al monte

soplaba algo de viento
equinoccio de primavera
cuando llegó nació apareció
puede que del centro de la tierra
o caído del cielo
o emergiera de las entrañas de una fiera.
Frágil desnudo translúcido
escondiendo mil astucias
y los hombres aún andaban con las manos
y las mujeres conocían la tierra.

A vivir en lo más alto de los Pirineos
a contemplar a la gente en sus cuevas
donde su cuerpo creció
y se hizo bosque rama piedra
y los bucardos tiraban al monte a regalarle melenas
y hablaba como los lobos
y aullaba a las estrellas
y sus astucias callaba por el bien de la tierra

como escalaran los hombres
como encontraron su cueva
los secretos se llevaron
uno a uno
y piedra a piedra
iba cerrando el bosnerau su puerta
la maldición del sagrado que no puede detener

la hemorragia de sus venas
y ve sus conocimientos
derramarse por laderas.

Y en los valles aprendían a someter a las bestias
a cultivar grano vano
a reinventar la rueda

Y la montaña sufría
con arados y con cercas
pues los hombres también se cerraban
a lo que antes fueran.
Y crecieron carreteras
casas pueblos castillos ferias
animales atrapados
atados con cadenas
y mataban a los lobos y los bucardos huyeran.

Bosnerau se queda sólo
ya no hay osos en la sierra
que le acompañen a darse una vuelta.
Bosnerau se queda triste
sus astucias
como buitres que le devoran las tripas
han llagado la que creía su tierra.
Embalses presas canales
ya no puede caminar
ya no hay bosque entre los mares